
Una empresa de robótica en México enseña a niños y niñas de escuelas públicas y privadas a cómo construir robots. Cada año organiza una competencia nacional, con un importante premio, donde los equipos que participan, comienzan haciéndolo en sus mismos colegios.
Hace unos años, el equipo que ganó la competencia en una de las escuelas, era un grupo de niños “atípicos”, debido a que habían reprobado varias de sus asignaturas, es decir, no estaban dentro de los se consideraban “talentosos”.
Dados esos antecedentes académicos, en el colegio hubo una discusión de si enviar o no a estos niños a la siguiente etapa de la competencia, que era contra otros colegios de la región.
Luego de una larga reflexión decidieron enviarlos. Para sorpresa de todos, ganaron y no sólo eso, pasaron cada etapa hasta llegar a la nacional, donde se enfrentaban los mejores del país.
En la gran final ganó el equipo menos pensado: el grupo de niños con malas calificaciones, quienes no solo obtuvieron el gran premio, sino que demostraron su perseverancia y pasión por la robótica. Ellos tienen lo que en psicología llaman grit.
El poder del grit
Angela Duckword, reconocida psicóloga americana, ha realizado múltiples investigaciones en torno al éxito. Ha estudiado a personas de distintas edades, reconocidas como triunfadores. Ha examinado las características comunes que tienen, las tareas que realizan, cómo piensan y cuál es su coeficiente intelectual.
Descubrió, por ejemplo, que las pruebas asociadas a la inteligencia o el talento no predicen quienes tendrán los mejores resultados. Eso lo vio en el ámbito deportivo, colegios, universidades y empresas.
La investigación dio como resultado que la característica que ayuda a predecir el éxito de una persona es su nivel de grit.
El grit, es la pasión asociada a una gran meta y la perseverancia para conseguirla, así como los niños ganadores de la competencia de robótica.
Duckword, nos entrega dos sencillas fórmulas para representar la teoría de cómo conseguir un logro:
Talento x esfuerzo = habilidad
Habilidad x esfuerzo = Logro
El esfuerzo vale doble
En las fórmulas, se ve que el esfuerzo para conseguir un logro vale “el doble”. Esto, porque para construir una habilidad se necesita talento y dedicación. Luego, para lograr la meta, se requiere trabajar con la habilidad adquirida.
Uno de los problemas con el esfuerzo, es que es no nos resulta tan atractivo como el talento. Amamos aquellas historias de personas que parecieran haber nacido destinadas a lograr algo grande.
Las historias de éxito son contadas así: “Usain Bolt batió el record mundial”. Eso nos seduce mucho más que: “Usain Bolt trabajó duramente para lograr el récord mundial”.
Sabemos que existe ese esfuerzo, pero no lo hablamos, ni pensamos mucho en eso. Es más, la idea del talento puro e innato, es una trampa. Los estudios muestran que la realidad es distinta.
Aquellas personas que triunfan realizan un esfuerzo sostenido a través del tiempo para lograrlo.
Una persona para alcanzar resultados extraordinarios debe desarrollar una serie de habilidades, al hacerlo de manera continua estas se transforman en hábitos, es decir, se realizan de forma automática y eso lleva a que parezcan sencillas. Entonces, estamos ante la consecución del logro.
“Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto, sino un hábito” .
Will Durant
Más allá del coeficiente intelectual
¿Qué tienen en común el astrónomo Nicolás Copérnico, el físico Michael Faraday y el escritor Miguel de Cervantes?
Todas son personas que han aportado enormemente a la humanidad y tienen un coeficiente intelectual, levemente, por encima del promedio, es decir, no eran genios.
En una investigación realizada por la psicóloga de Stanford, Catharine Cox, sobre personas que han hecho un gran aporte a la humanidad, como Isaac Newton, Voltaire y los ya nombrados, todos tienen en común que poseen una inteligencia por sobre el promedio, lo cual es esperable. Lo sorprendente es que muchos de ellos no son considerablemente más inteligentes que el estándar.
Entonces, si no los define su gran inteligencia, ¿qué es?
Catharine Cox llegó a la conclusión de que estas personas extraordinarias comparten dos características.
- Trabajaron arduamente hacia un objetivo definido y de largo plazo
- Tuvieron una tendencia a no abandonar las tareas por perseguir algo novedoso
Esas particularidades están relacionadas al grit y se pueden aprender. Eso quiere decir que tú eres una persona con potencial de lograr cosas extraordinarias.
El primer paso para encontrar tu pasión
La mayoría de las personas que conozco, no han encontrado su pasión aún. Si es tu caso, ten calma, encontrar una pasión no es algo con lo que uno tropieza súbitamente caminando por la calle, es algo que se construye de a poco.
El primer paso es tener curiosidad y reflexionar sobre cuáles son tus intereses. Si no los tienes claros entonces tienes que partir pensando qué disfrutas más o que disfrutaste más en el pasado. Si ya imaginaste algo, entonces explora y date a la tarea de profundizar ese interés.
Los niños que aprendieron a armar robots partieron de esa misma forma, en un taller donde el enfoque es aprender jugando, de a poco se fueron cautivando y dedicando más y más horas.
Podemos llevar la reflexión de lo que te interesa al trabajo, si tienes un empleo, piensa en cuáles son tus intereses en torno a él, responde sí o no a estas afirmaciones:
- Me interesa la industria donde trabajo
- El rol que ejerzo me gusta y quiero mejorar
- Las tareas que realizo a diario son interesantes
Si respondiste que NO a todas ellas, lo mejor sería comenzar a buscar algo diferente.
No conseguirás tener grit en algo que no te interesa.
Si respondiste que SÍ, entonces reflexiona cómo hacer más y mejor lo que te gusta, cómo tener más grit. Los siguientes puntos te ayudarán a lograrlo.
Establece tus metas y aprende esta estrategia para conseguirlas
Una vez que has encontrado algo de tu interés, es necesario establecer una meta que quieras conseguir. Seguramente estás familiarizado y ya tienes un sistema para establecer tus objetivos y los planes asociados, por lo que nos concentraremos en cómo hacer para lograrlos.
Una estrategia efectiva, que utilizan las personas exitosas es “contraste mental con implementación de intenciones” la cual fue investigada por Gabriele Oettingen, psicóloga de la Universidad de Nueva York.
Esta técnica es una mezcla de pensamiento positivo, con sentido de realidad que se adelanta a los contratiempos que pueden ocurrir. Se basa en imaginar y visualizar el futuro que queremos y también los obstáculos que enfrentaremos.
Tiene 3 pasos sencillos:
Paso 1:
Visualiza el logro o éxito que quieres alcanzar, pon foco en varios aspectos positivos asociados. Focalizate en los de mayor impacto, visualiza los beneficios que tendrán para ti, mientras más detalles, mejor.
Paso 2:
Visualiza los obstáculos que puedes encontrar en el camino de conseguir lo que quieres. Pon foco en los que se ven más grandes, visualizalos en detalle.
Paso 3
Realiza lo que se denomina “implementación de tus intenciones” esto es un plan de lo que harás en caso de que se presente cada uno de los obstáculos que visualizaste en el paso anterior. Las reglas deben ser simples del tipo «Si… entonces..»
Ejemplo
“si ocurre el <obstáculo> entonces haré <acción>”
Cuando estamos avanzando, es posible que hayan problemas y fracasemos. Si eso sucede, será normal sentirse mal, apenado o con rabia. Lo diferente, ocurre entre una persona con grit y otra que no.
El saber qué hacer en caso de fracasar ayuda a no perder el impulso. La persona con grit luego de reponerse del impacto se levantará, será perseverante y buscará nuevas formas de seguir adelante.
Realiza un esfuerzo inteligente
El trabajo que realizan las personas exitosas, para la consecución de sus metas, está basado en un esfuerzo inteligente, no es simplemente sumar horas.
“Una forma de perseverancia es la disciplina diaria de intentar hacer las cosas mejor que lo que hicimos ayer” .
Angela Duckworth
Uno de los métodos que realizan es “práctica deliberada”, la cual es el ejercicio consciente de la mejora continua. Para llevarla a cabo debes:
- Medir los resultados que estás obteniendo
- Comparar los resultados a través del tiempo
- Buscar tus puntos débiles y dedicar tiempo exclusivo a mejorarlos
- Pedir retroalimentación y aprender de la crítica
- Idealmente tener un mentor o coach que apoye el proceso
Por ejemplo, si estás aprendiendo a hablar en público, práctica deliberada será hacerlo tanto como puedas. Esto te permitirá medir los resultados, saber cuál fue la respuesta de los oyentes, cómo fue tu fluidez, tu confianza y compararlo con lo que hiciste la última vez.
Serás crítico contigo mismo para ver cuáles son tus puntos débiles. Luego practicarás enfocado en mejorar solo esos aspectos. En el camino pedirás retroalimentación externa y aprenderás de la crítica.
No se lee fácil y no lo es. Es mucho más sencillo practicar de una forma menos exigente, lo sé, pero así no es como se consiguen resultados extraordinarios.
La buena noticia es que gracias a la práctica deliberada hay resultados positivos que retroalimentan el proceso. Con esa energía positiva, es más fácil seguir profundizando y mejorando en tus áreas de interés.
La excelencia rinde frutos.
Únete a un grupo que tenga grit
Los seres humanos somos seres sociales que aprendemos por imitación, debido a esto, la forma más fácil de potenciar el aprendizaje es uniéndote a un grupo donde el grit ya sea uno de sus valores. Puede ser una empresa, un grupo deportivo o social.
Las personas que pertenecen a este grupo tienen hábitos de autocontrol, disciplina, perseverancia. Alinearse a hábitos ya establecidos es mucho más sencillo que crearlos uno mismo.
Si eres un líder, puedes aprender y además establecer una cultura que tenga grit para potenciar al máximo a las personas que tienes a cargo.
Motívate por más
Para alcanzar las metas también es importante la inteligencia emocional, el carácter, la motivación, mindset, entre otros. Hay muchas habilidades que podemos mejorar o aprender, pero sin duda que el grit es una de las claves.
“Si te caes siete veces, levántate ocho” .
Angela Duckworth
El caso de los niños que ganaron la competencia de robótica es un ejemplo de lo mucho que podemos lograr cuando hacemos algo que en verdad nos interesa e importa. Podemos ir más allá de nuestra expectativas y la de los demás.
Hay un potencial inexplorado en la gran mayoría de nosotros, sabemos que está ahí esperando, pero no sabemos como llegar a él.
¿Qué pasaría si alcanzas tu máximo potencial? ¿Cuánto más bienestar tendrías?
Y si cada persona del mundo lo alcanzara, ¿Cuánto más desarrollo habría en la humanidad?
Si llegaste hasta acá leyendo, es porque el tema te interesa, si quieres mejorar, comienza a poner en práctica al menos una de las técnicas que aparecen en este artículo.
Vale la pena evolucionar.